Narra la leyenda que en una ciudad destruida como era Berlín en 1947, a una joven muchacha le llama la atención un pobre ciego con una carta sobre su mano. El hombre moribundo, le pidió a la muchacha que si podía llevar la carta a la dirección indicada debido a que el no podía por su discapacidad. La muchacha accedió sin ningún problema. Cuando ella se dispuso a caminar se dio cuenta que el hombre estaba corriendo a toda velocidad hacia una dirección contraria, en el momento ella se asustó. Rondaba cerca la policía y sin pensárselo dos veces, les contó el problema. La policía acompañada de la muchacha marcharon hacia la dirección la cuál era una casa. Cuando entraron dentro debido a que tocaron un número seguido de veces sin respuesta alguna, encontraron dos cadáveres (uno de una mujer y otro de el hombre), justamente al lado, había varios trozos de carne la cual en aquel tiempo era un producto bastante caro. Lo que más puede sorprender es que la carne no era del todo cierto de origen animal si no que procedía del ser humano. Al lado de toda la escena se encontraba una carta. El mensaje que contenía era el siguiente: "Carne de la mejor calidad para la población. Mañana traeré más.
Berlín en 1947, lamentablemente, no se encuentra ninguna fotografía del suceso.
Berlín en 1947, lamentablemente, no se encuentra ninguna fotografía del suceso.
